INDEPENDENCIA DEL ESTADO SALVADOREÑO






En El Salvador se dio el primer grito de independencia el día 5 de noviembre de 1811, intentona que fue sofocada por el Gobierno español.

“Posteriormente se lleva a cabo la segunda intentona el 24 de enero de 1814, dirigida por el segundo Alcalde de San Salvador, Don Pedro Pablo Castillo”(5).

Las confabulaciones de los insurgentes continuaron a pesar de las represiones y los crímenes cometidas por las autoridades coloniales españolas, no fueron suficiente para apartar el ánimo de las masas la idea de independencia. Así llegó el mes de septiembre de 1821 en que las grandes movilizaciones populares en Guatemala el día 15 de dicho año, obligaron a la magna Asamblea reunida en el Palacio Nacional a declarar la Independencia. Contribuyeron grandemente a este logro el Presbítero José Matías Delgado, Manuel José Arce, Juan Manuel Rodríguez, los presbíteros Nicolás, Vicente y Manuel Aguilar, Domingo Antonio de Lara, Pedro Pablo Castillo, Pedro Molina, Francisco Barrundia y otros. La independencia así declarada en Guatemala fue jurada en San Salvador 6 días después entre grandes demostraciones de júbilo.

Poco duró la tranquilidad en Centro América, las luchas entre liberales y conservadores, representantes aquellos, con sus ideas progresistas y los segundos que anhelaban una vuelta al pasado, bien pronto tomaron el camino de la violencia. El 5 de enero de 1822 la oligarquía aristocrática terrateniente guatemalteca decreta la anexión a México o mejor dicho al imperio del brigadier Agustín Iturbe, este logró que la élite guatemalteca con Gabino Gainza decretará la anexión. Tal maniobra era contraria al espíritu y la letra del Acta de Independencia de Centro América en septiembre de 1821.

El decreto anexionista volvía nugatorios los esfuerzos de los salvadoreños y en consecuencia conocido en San Salvador la junta provisional que desde el 30 de noviembre de 1821 presidía el presbítero José Matías Delgado, después de discutir el asunto se acordó:

“1º Proclamar la autonomía de la antigua independencia, separándola totalmente de Guatemala.

2º Erigir una Junta de Gobierno la Junta Provisional.

3º Sostener con las armas los fueros de República y de la Democracia.

4º Organizar el ejercito al mando de Manuel José Arce

5º Que se abolieran los atributos”

Conocida la actitud de San Salvador contra las pretensiones de Iturbe, los ejercicios imperialistas invadieron El Salvador, comandos por Manuel de Arzú. El coronel Manuel José Arce derrotó las huestes mexicanas en San Salvador el 3 de junio de 1822. Después de este descalabro las tropas mexicanas al mando del general Vicente Filísola atacaron nuevamente a El Salvador derrotado en Chinameca y San José Guayabal. Pero el día 9 de febrero de 1823 el General Filísola derrotó en San Salvador a sus defensores, capitulando las fuerzas salvadoreñas en Gualcince, Honduras el 21 de febrero de 1823.

Posteriormente Iturbide fue derrocado en México y con ello se frustró el imperio. El General Filísola con gran habilidad se retiró y dejó que el Congreso decida el futuro de Centro América.

El Congreso Nacional Constituyente se reunió en Guatemala el 24 de junio de 1823 con e fin de implantar el régimen republicano y democrático.

Decreto del 1 de julio de 1823, declarando la independencia absoluta. En este decreto se estatuía la absoluta libertad de Centro América. Este decreto fue magistralmente redactado por José Francisco Córdova, diputado por Santa Ana. He aquí su solemne y fundamentales declaraciones:

1º Que las expresadas provincias representadas en esta Asamblea, son libres e independientes de la Antigua España, de México y de cualquier otra potencia. Así del Antiguo como el Nuevo Mundo, y que no son ni deben ser patrimonio de persona ni de familia alguna.

2º Que en consecuencia, son y forman nación soberana, con derecho y actitud de ejercer y acelerar cuantos actos, contratos y funciones ejercen y celebren los otros pueblos libres de tierra.

3º Que las provincias sobre dicha representadas en esta Asamblea (y las demás que espontáneamente se agreguen de las que componían el antiguo reino de Guatemala), se llamarán, por ahora, y sin perjuicio de lo que se resuelva en la Constitución que ha de formarse: Provincias Unidas de Centro América. Firman el decreto José Matías Delgado, Presidente; Fernando Antonio Dávila, Vice- presidente; Juan Francisco Sosa, Secretario; Mariano Gálvez, Secretario; Mariano Córdova, Secretario; Simón Vasconcelos, Secretario. Aparecen en el Decreto del Poder Ejecutivo integrado por Juan Vicente Villacorta, Antonio Rivera y el Dr. Pedro Molina Presidente.

La estructura social del post-independencia se constituyó así:

1- Parcialmente por una capa de ladinos que alcanzó más de la mitad de la población; habitaron especialmente en la provincia de San Salvador; la mayoría de ellos vivió en condiciones de extrema pobreza, aunque fueron considerados hombres libres y no se les obligó a vivir como los indios en los pueblos determinados. Este hecho los condujo a llevar una vida errante, convirtiéndose en una numerosa capa social.

2- La otra capa social de la post-independencia fue la de los criollos terratenientes, en quienes se concentró el poder político y económico, pues fueron los dueños de los grandes latifundios donde vivió la población ladina rural en condiciones de subsistencia.

La lucha por el poder que se libró durante tres siglos entre criollos y peninsulares se resolvió en beneficio de los primeros con la declaración de la independencia; estos tomaron el poder del que fueron desalojados los peninsulares; en el ejercicio de las funciones como gobernantes, orientaron la función administrativa a fin de que se les permitiera concentrar la riqueza de la tierra en los miembros de su mismo nivel social, propiedad en la que se efectuó la sobre explotación de indios y mestizos. La lucha social a partir de ese período se planteó entre dos actores sociales.

1- uno de ellos constituido por la inmensa mayoría de desposeídos;

2- el otro, integrado por una minoría de terratenientes.

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